Condena para local de reparación de computadoras: llegó un repuesto dañado, lo abrieron sin revisar y se perdió la garantía

Una mujer de Conesa sufrió la rotura de la pantalla de su notebook. La llevó a un local de reparaciones con sede en Viedma para que realizaran un diagnóstico. El técnico le dijo que comprara por internet una pantalla nueva en un negocio de Buenos Aires. Le pidió que lo remitiera directamente a la capital provincial. El repuesto tuvo una falla y allí el técnico culpó a la empresa y al correo, pero sin dar ninguna solución. Finalmente, fue condenado.

En principio, la clienta remitió su notebook a Viedma. El vendedor, solo por el diagnóstico, le cobró 20 mil pesos. Luego, precisó que la computadora necesitaba una pantalla nueva. Le sugirió donde comprarla y que la enviaran directamente a su local.

Cuando el repuesto llegó, el técnico lo abrió y lo colocó. Le informó a la mujer que estaba roto. Culpó primero al local del Buenos Aires y luego al servicio de correo. Pero nunca ofreció una solución.

Eso fue ponderado por la jueza de Paz de Conesa a la hora de condenar al local de Viedma. En cambio, valoró la predisposición del negocio de Capital Federal, que se ofreció a cambiar la pantalla, siempre que no haya intermediarios.
Tuvo en cuenta que el técnico de Viedma no cumplió con los recaudos básicos. Abrió el producto, le quitó los seguros, cuando podría haberlo probado sin desarmarlo completo. Por eso se perdió la garantía.

Aún así, el local de CABA ofreció el cambio gratuito de la pantalla de 15 pulgadas. El técnico de Viedma, en cambio, se desentendió. Incluso le pidió a la señora algo ilegal: que desconozca la compra en Mercado Pago así le devolvían el dinero. El ofrecimiento quedó expresado en los diálogos por whatsapp, que la mujer acompañó.
En su fallo, la jueza concluyó: “teniendo en cuenta que el envío fue realizado por Ever Informática a nombre del técnico y recibido por éste en su local comercial, entendiendo que éste debería, al advertir a simple vista que el embalaje se encontraba dañado, realizar inmediatamente el reclamo para que la empresa transportadora asumiera su responsabilidad si correspondiera . No obstante, manipuló e instaló el repuesto quitando el film protector y los anclajes integrados (brackets) que es lo que finalmente hizo perder la garantía del producto”.
Finalmente, la magistrada condenó a Compusys Viedma a abonar a la clienta la suma de 318.906 pesos correspondientes al valor del repuesto dañado, más la misma suma en concepto de daño punitivo.