El fuero de Familia de Cipolletti privó a un padre de la responsabilidad parental tras acreditarse su desinterés absoluto y una conducta considerada violenta hacia su hija. Desde su nacimiento, el progenitor se desentendió por completo de los deberes que le correspondían, lo que obligó a la madre a asumir en forma exclusiva el cuidado, desarrollo y protección de la niña. Según lo expuesto, el hombre bloqueó a su hija en redes sociales, llamadas y mensajería: se negó a mantener cualquier tipo de vínculo afectivo.
La madre de la niña manifestó que el progenitor también evitó promover un vínculo entre la niña y su familia paterna, y que su conducta obstaculizó decisiones importantes, como la autorización para viajar al exterior. En varias ocasiones, la imposibilidad de contar con el permiso paterno frustró oportunidades de esparcimiento para la persona menor, según quedó asentado en la causa.
Durante el proceso judicial, informes escolares y de actividades extracurriculares confirmaron que el padre no participó en ningún aspecto de la vida cotidiana de su hija, ni en reuniones, eventos y actividades vinculadas a su desarrollo. Además, un informe social destacó que el hombre no mostró intención de asumir responsabilidades ni mejorar el vínculo con la menor, evidenciando una actitud de desinterés total.
La jueza de Familia de Cipolletti consideró que los hechos acreditados encuadran en la causal de abandono parental prevista en el artículo 700, inciso b, del Código Civil y Comercial de la Nación que establece que un progenitor puede ser privado de su responsabilidad cuando abandona voluntariamente sus deberes, dejando al hijo en un estado de desprotección.
En la sentencia, se otorgó a la madre el cuidado exclusivo de la niña y la autorización para viajar al exterior con ella hasta que alcance la mayoría de edad. La resolución también tuvo en cuenta el principio del interés superior de la niña, que debe primar en cualquier decisión judicial relacionada con menores.
La Defensora de Menores e Incapaces sostuvo en su dictamen que el comportamiento del progenitor, caracterizado por la indiferencia y el bloqueo emocional, justifica plenamente la medida adoptada. Señaló también el impacto negativo que esta conducta generó en el desarrollo psíquico y emocional de la niña.
La privación de la responsabilidad parental es la máxima sanción en derecho de familia para un progenitor o progenitora. Implica que se pierden todos los derechos respecto del hijo o hija.