Preparaba milanesas de pollo: no estaba registrada, reclamó y terminó despedida

Una mujer de Cipolletti promovió un juicio laboral luego de requerir, sin resultados, la registración de sus labores. Ella trabajó varios años en una pollería pero cuando empezó a exigir que se cumpliera sus derechos le pidieron que renunciara. Mediante el reclamo judicial logró cobrar lo que le correspondía.


La trabajadora hacía varias tareas en la pollería, no solo preparaba las milanesas sino que también trozaba, fileteaba y envasaba pollos para la venta. Cuando inició el juicio laboral presentó como testigas varias clientas que afirmaron haberla visto en pleno desempeño. Además atendía y limpiaba el local.

En la contestación de la demanda, la parte empleadora negó el vínculo laboral. Pero la prueba demostró lo contrario. La mujer prestó tareas por varios años, en distintos horarios. Aunque cuando exigió que se cumplieran sus derechos laborales se los negaron. “Andá a ver a mi abogado y renunciá”, le respondieron.

Ella no se conformó con la respuesta y le mandó a los dueños de la pollería una carta documento en la que exigía la registración del vínculo laboral. Ante la falta de respuestas se consideró despedida.

En el juicio, la Cámara Laboral de Cipolletti confirmó que el procedimiento adoptado por la trabajadora fue el adecuado. “Entiendo que, efectivamente, la reclamante se ajustó a derecho al considerarse en situación de despido, por cuanto, no sólo respetó las formalidades que requieren la situación, sino que, ante la omisión de la debida registración, habiéndose probado la prestación de servicios, surge el paradigma de la injuria legitimante del despido indirecto, constituyendo causal de gravedad tal que, hace intolerable la continuidad del vínculo laboral”, surge del fallo que fijó una indemnización a favor de la empleada.

La sentencia condenó a los propietarios del local y fijó una indemnización por antigüedad, por falta de preaviso, más el sueldo anual complementario y otras diferencias salariales, todos los rubros con intereses. 

Además se aplicó una multa que duplica en un cincuenta por ciento las indemnizaciones por el hecho de obligar a la trabajadora a recurrir a la instancia judicial para percibir lo que le correspondía por ley.