Crece el número de empresas del Alto Valle que cumplen con la retención voluntaria de haberes para garantizar el derecho alimentario de niños, niñas y adolescentes. En el último tiempo, las firmas afianzaron lazos con los métodos autocompositivos y, ante la primera notificación, comienzan a realizar el descuento a los progenitores. El mecanismo, explicaron, produjo un efecto dominó.
La llegada del fin de año y la situación económica del país provocaron un impacto en el número de mediaciones por prestaciones alimentarias. Una mujer reclamó por un incremento en la cuota y, en mediación, acordó un aumento significativo. El Centro Integral de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos (Cimarc) de Cipolletti notificó a la empresa en la que trabaja el progenitor para que procediera al descuento.
Ese mismo mes, la empresa cumplió y envió el dinero a la cuenta judicial que se abrió para los alimentos. La buena predisposición de la parte empresarial se advierte tanto en el Cimarc de Cipolletti como en sus delegaciones.
El vínculo se afianzó con empresas de distintos rubros: petroleras, transportistas y de producción de alimentos. Los empleadores reconocen la legitimidad a la mediación y, ante la primera notificación, proceden a los descuentos. Así los derechos de niños, niñas y adolescentes se cumplen con mayor celeridad. En otras ocasiones había que insistir para que se hiciera la retención pactada a través de los métodos autocompositivos.
La posibilidad que brinda la ley de mediación prejudicial en Río Negro de solicitar la apertura de cuentas de beneficio alimentario como así también de notificar a los empleadores la retención voluntaria acordada por las partes en mediación constituye un mecanismo ágil que cada vez se cumple con mayor efectividad por las empresas y sus empleados.
Durante el primer semestre de este año, 6,593 legajos ingresaron en toda la provincia para mediación. Las prestaciones alimentarias representan más del 40 por ciento de todos esos casos.