Derecho a jugar: autorizar a un adolescente a competir en un torneo Panamericano sin la autorización del padre

Una resolución judicial garantizó que un adolescente de Bariloche viaje a Chile para participar en el Torneo Panamericano de taekwondo que se disputa esta semana. La medida cautelar que dispuso una jueza de Familia de Bariloche habilitó la salida del país desde el 4 hasta el 12 de mayo para que el joven no quede afuera de la competencia mientras se resuelve la cuestión de fondo.

El conflicto surgió cuando la madre presentó una demanda para conseguir la autorización general para viajar al exterior hasta que el joven tenga la mayoría de edad. Sin embargo, ante la urgencia por la cercanía del torneo, pidió que se concediera, de forma inmediata, el permiso específico para esta ocasión. La solicitud incluyó la documentación sobre el equipo, la presencia de dos docentes acompañantes y la confirmación oficial del torneo.

La Defensoría de Menores intervino en la causa y prestó su conformidad al pedido. La jueza, en la resolución, subrayó que el punto central era proteger el interés superior del adolescente. El menor de edad participó activamente en el proceso y expresó su deseo de viajar para competir. La resolución destacó que la falta de firma del padre había privado hasta ahora al chico de una experiencia deportiva, educativa y social de enorme valor.

El fallo remarcó que la competencia no solo ofrecía un espacio de deporte, sino también de crecimiento personal y participación cultural. Citó el artículo 31 de la Convención, que reconoce el derecho de todos los niños al juego, la recreación y la vida cultural. Además, definió la práctica deportiva como parte esencial de la educación no formal, que fomenta disciplina, trabajo en equipo y constancia.

Con estos argumentos, la Justicia autorizó el viaje del adolescente junto a las docentes responsables, dentro del plazo necesario para la competencia. La resolución recordó que el Código Procesal de Familia promueve la flexibilidad en los procedimientos cuando está en juego el interés familiar y el bienestar del niño.