Dejó atrás un apellido que no representa su historia: la decisión de un niño en Cipolletti

El fuero de Familia de Cipolletti autorizó la supresión del apellido de un chico de ocho años. La solicitud buscó adecuar su identidad registral a la realidad familiar y afectiva que lo acompaña. En su historia personal, tanto el padre biológico como quien actuó como padre de crianza se alejaron de su vida y no mantuvieron vínculo alguno. Con este fallo llevará únicamente el apellido de la madre.

La mujer relató que al quedar embarazada en 2016, informó al padre biológico. Él respondió que no consideraba una buena opción tener al hijo, debido a la inestabilidad de la relación. Tras esa conversación, el vínculo se cortó por completo.

Tiempo después, conoció a otra persona, quien decidió acompañarla durante la gestación. Ambos optaron por convivir y preparar juntos la llegada del bebé. Al momento de la inscripción en el Registro Civil, acordaron que llevara el apellido de esa nueva pareja.

Sin embargo, cuando el pequeño cumplió un año, esa relación terminó. Desde entonces, el hombre que actuó como padre de crianza se desvinculó de su vida y no volvió a tener contacto.
Con el paso de los años, el chico empezó a manifestar su incomodidad con el apellido que figuraba en su documentación. En su casa y en terapia, expresó con claridad que deseaba identificarse con el apellido materno, único lazo real en su vida cotidiana.

El progenitor cuyo apellido se pidió suprimir se presentó en el expediente y prestó conformidad con la solicitud. Los informes técnicos acompañaron ese planteo. La psicóloga tratante destacó que la situación actual afectaba la identidad emocional del menor. El Equipo Técnico Interdisciplinario del tribunal coincidió: el apellido en cuestión no guarda relación con sus vínculos afectivos ni familiares.
El fallo subrayó que el derecho a la identidad está consagrado por los tratados internacionales y por la legislación nacional. A su vez, recordó que el Código Civil y Comercial de la Nación permite el cambio de apellido cuando existen “justos motivos”, entre ellos la afectación de la personalidad.

El fuero de Familia de Cipolletti resolvió hacer lugar a la acción y ordenó la supresión del apellido paterno con la incorporación del apellido materno en el acta de nacimiento. También dispuso que los organismos correspondientes actualicen los registros.
Desde ahora, el chico llevará el apellido que eligió para reflejar su verdadera historia.