Compró un cero kilómetro, se le rompió el motor y la concesionaria demoró un año en repararlo


Un hombre de Cipolletti que había comprado un cero kilómetro en 2018 estuvo casi un año sin poder usarlo. El coche ingresó al taller de la concesionaria por fallas en el motor y allí transcurrió 346 días sin reparación. Ahora deberán pagarle el dinero equivalente al mismo modelo y una suma por el tiempo en que no pudo disponer del vehículo.

El cipoleño adquirió un Volkswagen Polo Comfortline 1.6 MSI 110CV, modelo 2018, cero kilómetro. En noviembre de 2019 tuvo que dejar el coche en el taller de Iruña porque el motor perdía aceite.  El fallo, que es de primera instancia y no está firme porque puede ser apelado, consigna que no se cumplió con el deber de información previsto en la ley de Defensa del Consumidor.

Cuando el usuario inició el juicio, la parte demandada contestó que había existido un problema con los repuestos originales contemplados en la garantía. Y que con la llegada de la pandemia los talleres cerraron y la reparación se demoró. Sin embargo, no se probó que el cliente haya conocido esa circunstancia. También sostuvieron que le ofrecieron otro auto, aunque el dueño nunca pudo disponer de ningún automóvil, ni el suyo ni el que le prestaban.

De la prueba surgió que el propietario estuvo once meses y seis días sin su vehículo hasta que inició el juicio. En ese contexto se solicitaron presupuestos para conocer el valor del alquiler de un auto por día. Y así se determinó la suma de la indemnización por la indisponibilidad del coche.

La sentencia también hizo lugar al daño moral por las afecciones que la incertidumbre le generó al titular del automóvil. 

Se supo que el coche tenía una rosca del cigueñal rasgada y que por eso perdía aceite. “Se aprecia del análisis de la causa que efectivamente ambas demandadas omitieron informarle al actor consumidor,  oportuna y acabadamente, sobre la falta de provisión de los repuestos necesarios para la reparación de su vehículo Volkswagen Polo Confortline”, surge del fallo.

Las empresas condenadas son Iruña y Volkswagen, quienes deberán entregarle al cliente una suma de dinero equivalente al valor de un automóvil Volkswagen  Polo Confortline 1.6 MSI 110 CV  modelo 2018 o similar en el mercado. Y también la indemnización por el tiempo en que no pudo disponer del coche y el daño moral.