Un hombre circulaba a bordo de un cuatriciclo por la calle Intendente Mariani de la ciudad de Allen. Al llegar a la intersección con la calle Adolfo Alsina, cruzó sin frenar.
Por la izquierda venía el conductor de un automóvil Fiat Cronos. La colisión fue inevitable. Como consecuencia del choque, el auto sufrió daños materiales en el lateral izquierdo.
Un fallo del Juzgado Civil de General Roca hizo lugar a la demanda por daños y perjuicios presentada por el titular del automóvil, y condenó al conductor del cuatriciclo a pagar los gastos actualizados presupuestados por un taller de chapa y pintura.
En la demanda, el propietario del auto hizo referencia a la prohibición de circular con cuatriciclos en zonas urbanas y citó la teoría del riesgo creado, prevista en el Código Civil y Comercial.
Según esta teoría, una vez acreditada la intervención de una cosa riesgosa y su conexión causal con el daño, se presume que el perjuicio fue consecuencia del riesgo propio de dicha cosa, en este caso, el cuatriciclo.
El vehículo era conducido por el hijo del titular, a quien se excluyó de toda responsabilidad por el siniestro. Una pericia confirmó la prioridad de paso del automóvil, en concordancia con el criterio del Superior Tribunal de Justicia, según el cual las reglas de circulación vehicular no pueden quedar libradas a la interpretación.
La Ley Nacional de Tránsito establece que la prioridad de paso corresponde a quien circula por la derecha, con carácter absoluto. Esta norma se expresa de manera enfática al establecer que se “debe ceder siempre” el paso en tales casos.
El conductor del cuatriciclo no se presentó al proceso judicial, por lo que se dieron por reconocidos los hechos denunciados por el titular del automóvil.