Subió cinco modelos: cliente consiguió que le actualizaran el precio de la devolución de un auto con fallas

Un hombre de Cipolletti compró un cero kilómetro en 2018 aunque el motor presentó fallas y debió esperar casi un año para poder usarlo. Un primer fallo ordenó el pago de una suma equivalente a un coche del mismo modelo pero, por la inflación, consiguió actualizar ese valor a 2023.

 

El cliente adquirió un Volkswagen Polo Comfortline 1.6 MSI 110CV, modelo 2018, cero kilómetro. En noviembre de 2019 tuvo que dejar el coche en el taller de Iruña porque el motor perdía aceite.  

Cuando el usuario inició el juicio, la parte demandada contestó que había existido un problema con los repuestos originales contemplados en la garantía. Y que con la llegada de la pandemia los talleres cerraron y la reparación se demoró. Sin embargo, no se probó que el cliente haya conocido esa circunstancia. También sostuvieron que le ofrecieron otro auto, aunque el dueño nunca pudo disponer de ningún automóvil, ni el suyo ni el que le prestaban.

De la prueba surgió que el propietario estuvo once meses y seis días sin su vehículo hasta que inició el juicio. En ese contexto se solicitaron presupuestos para conocer el valor del alquiler de un auto por día. Y así se determinó la suma de la indemnización por la indisponibilidad del coche.

La sentencia de primera instancia hizo lugar al daño moral por las afecciones que la incertidumbre le generó al titular del automóvil. Y ordenó la devolución del dinero equivalente a un auto de las mismas características, modelo 2018. Las empresas condenadas son Iruña y Volkswagen.

El cliente apeló y consiguió la actualización de ese valor. Por el proceso inflacionario, el tribunal que revisó el primer fallo consideró que en lugar de 2018 se debía tomar el valor del mismo coche pero del año 2023.