A fines de enero de este año, una mujer de Las Grutas quiso alquilar un departamento para su hijo en Cipolletti. La intención era que el joven comience una carrera universitaria en el Alto Valle. Tras el contacto inicial, transfirió el monto de la seña al supuesto propietario.
Habían quedado que el dueño, como casualmente iría a vacacionar a Las Grutas, llevaría la llave personalmente. Sin embargo nunca más atendió los llamados y contactos vía whatsapp, no respondió a sus reclamos y no devolvió la suma de dinero de la seña.
La mujer se presentó en el Juzgado de Paz de San Antonio e inició una demanda de menor cuantía. Presentó la constancia de la transferencia bancaria a la cuenta del demandado, capturas de pantalla del celular de las conversaciones mantenidas con el supuesto dueño del departamento y certificaciones de las denuncias penales efectuadas.
El juez de paz subrogante, en su fallo, afirmó que con la documentación adjunta era prueba suficiente para entender y resolver la demanda. Más teniendo en cuenta que el denunciado no se presentó en el expediente.
Por todo ello, el magistrado condenó al hombre a pagar a la denunciante la suma de 108.000 pesos más intereses.