Volvió a la ciudad y pidió pagar menos de cuota alimentaria

Un hombre, padre de tres hijos, se había mudado de la ciudad por razones laborales. Abonaba una cuota alimentaria. Cuando regresó a la ciudad cordillerana, solicitó la reducción de prestación. Sin embargo, no se probó que la vuelta hubiera generado modificación alguna en la dinámica familiar ni en las necesidades a cubrir, más aún cuando los niños viven con su madre. Por eso, la jueza de Familia de Bariloche rechazó el pedido.


El hombre consideró que la cercanía con los chicos  era motivo suficiente para revisar el convenio pactado con la madre de sus hijos. Solicitó reducir en un 15 % el monto que abona mensualmente. Además, agregó que uno de ellos de 18 años trabaja.

La demanda fue contestada por la madre de los menores, con patrocinio de la Defensa Pública. Argumentó que el traslado del papá  no modificó la rutina de los hijos. Tampoco amplió el tiempo de contacto con los chicos.

El acuerdo incluía un porcentaje del salario, obra social y asignaciones familiares.

El fallo consideró que el monto no “luce desmesurado para atender las necesidades”. Por otro lado se consignó que la doctrina menciona que el aumento o reducción de la cuota fijada es revisable cuando cambian los presupuestos  que se tuvieron en cuenta para determinarla. En este caso, no hubo modificación alguna.

El fallo de la jueza Cecilia Wiezstort ponderó la pericia social forense la que detalló que es la madre quien se ocupa del cuidado de sus hijos y “trabaja para la sustentabilidad de la economía familiar”. Por otro lado los testimonios fueron concordantes en relatar que es la madre quien se dedica a la venta de reposteria casera.

La defensora de Menores en su dictamen señaló que “la cobertura de los deberes alimentarios del progenitor no conviviente son imprescindibles para sustentar lo indispensable”.
Se destacó que es la madre quien está una mayor cantidad de tiempo son sus hijos, desplegando tareas de cuidado en forma central.