Al cumplirse 40 años de la recuperación del sistema democrático en nuestro país y en vísperas del proceso eleccionario a llevarse a cabo en nuestra Provincia, el STJ entiende oportuno recordar que el acto comicial conlleva el derecho y el deber de cada ciudadano y ciudadana de ejercer la soberanía popular en su máxima expresión.
Nuestra Constitución Nacional reza que el Pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes. Pero la Constitución de Río Negro ha sido más clara y categórica al definir dicha Soberanía expresando que el “Pueblo delibera y gobierna” a través de sus representantes.
El poder del sufragio del soberano radica en otorgar mandato a quienes deberán gobernar y es por tal razón que al celebrarse una elección, se rinde honor a la democracia que se traduce en la voluntad del pueblo.
Este 16 de abril debe ser un día de responsabilidades compartidas: la ciudadanía con la misión de concurrir a emitir su voto; las autoridades de mesa que fueron honradas para detentar durante la jornada cívica la más alta autoridad; los funcionarios, funcionarias y agentes del Estado con sus diferentes roles y obligaciones. La democracia nos impone que esas responsabilidades sean cumplidas a carta cabal, ya sea para organizar y guiar el proceso, como para garantizar la seguridad en los establecimientos escolares y en la celosa custodia de las urnas.
Esa armónica conjunción de responsabilidades ha permitido la saludable convivencia democrática de las últimas cuatro décadas, período durante el cual los argentinos en general y los rionegrinos en particular hemos dado muestras de madurez y compromiso ciudadano.