Nunca se identificó con el nombre que figuraba en su DNI porque era distinto al que había elegido su madre, incluso con el aval de su padre. Sin embargo, su progenitor decidió inscribirla con otro y hasta omitió el apellido materno en su partida de nacimiento. Fue el inicio de una vida que transitó reiterados episodios de violencia y un contexto de pobreza que se profundizó durante su infancia.
Su padre era alcohólico y su madre abandonó el hogar cuando todavía era muy pequeña. Ambos murieron a muy temprana edad y L. encontró refugió en los brazos de abuela materna. Pero la tragedia regresó muy pronto: su nana también falleció y recayó en una institución de menores. Todas esas dificultades y necesidades no impidieron a la mujer reconstruir su vida. Tras años de dedicación y esfuerzo se recibió de licenciada en Educación.
A lo largo de los años, L. reconstruyó su historia con fragmentos de recuerdos, relatos familiares y una incansable búsqueda personal. Obtuvo pruebas de su filiación materna, reconstruyó vínculos e inició los trámites legales para dar formalidad a su identidad. Finalmente, un fallo judicial del fuero de Familia de Bariloche reconoció su derecho a cambiar su nombre.
En el proceso la mujer manifestó la necesidad de “reivindicar” a su madre, quien no aparecía en su partida de nacimiento, y agregar a su nombre el apellido como un acto de amor.
Contó su deseo de honrar a sus progenitores y reflexionó sobre la muerte de sus padres que les llegó jóvenes y de forma “repentina e indigna”. Por eso narró que su máximo anhelo era portar sus apellidos y llamarse tal como ellos habían acordado: tal como es conocida y nombrada por sus allegados.
La jueza que intervino en el proceso consideró justificados los motivos expuestos, avalados por pruebas documentales y pericias psicológicas. Según la evaluación forense incluida en el expediente, “la solicitud de cambio de nombre no impresiona como una acción disruptiva, sino que responde a un proceso subjetivo de reconstrucción de identidad”. Además, los informes psicológicos destacaron que el pedido de L. se encontraba fundamentado en su deseo de reconocimiento hacia ambos progenitores.